miércoles, 2 de septiembre de 2020

Crossfire. El dolor es su palabra

Las baladas heavys siempre serán un punto muerto al que muchos rockeros y metaleros volverán. Nunca nadie queda libre del dolor, todos regresan, en un impulso masoquista, al recuerdo, al pasado que lacera, que vuelve con imágenes donde la ausencia es un pozo que retiene, y al que en el fondo se ansía caer.

Ecuador tiene dos bandas representantes, Bajo Sueños desde Cuenca y Crossfire desde Quito, que lograron imponer sus baladas como la banda sonora de toda una legión de rockeros y metaleros. Muchos crecieron con estas bandas, con el llanto soterrado en algún bar o en el refugio de su hogar. Muchos le cantaron al amor ido, corearon, desde las letras ajenas, cada oración que los identificaba. 

 

El dolor es su palabra

El encanto de Crossfire reside en su palabra, en aquella construcción letrística donde habita el sufrimiento, la ira y la resignación. Porque se le canta al otro, ese espectro ido, desconsiderado, incomprensible, cruel en su fuga. Y es que Crossfire proyecta una imagen romántica tradicional donde el dolido siempre impondrá su versión; estas versiones, transformadas en canciones, irrumpieron por primera vez a nivel nacional en su álbum debut Piel Nocturna (2006).

“Demasiados cuerpos para pensar solo en ti, de amor yo no tengo porque morir” (Beso y mordida). “Te dejé con lo insulso de tu amor, te dejé y que te perdone Dios” (Te dejé). “(…) no te sorprendas pues esta fue tu decisión, me envenenas y alguien a ti te envenenó, y entre tus piernas descansa en paz su corazón” (Dulce). Dicen algunas de estas letras. Todo un manifiesto al desamor.   

Pero Crossfire, no solo le canta al amor romántico, también habla del amor fugaz, a la ilusión instantánea (Piel nocturna) o como en Me ata el silencio, a ese territorio donde no se sabe si es amistad o amor lo que existe:

 

“Recorrer cada centímetro que hay en tu piel
Veremos la lluvia caer, desnudos tal vez
Retando a la noche te mire
Bañada de besos hasta amanecer
Y luego tú te iras de mí
muy lejos de aquí dejándome solo
puedo aguantar mi dolor su amargo sabor
y el crudo destino
puedo mantenerme vivo llorando de amor por ti” (Me ata el silencio)

 


Tierra y paso firme

Será con Tierra (2010) su segundo álbum donde lograrían asentar su propuesta. Aquí, el amor, desamor, la pérdida y la soledad, serían los motivos latentes en sus canciones. Nuevamente la ausencia del otro como excusa para la construcción de temas lacerantes.

“Te has quedado adentro, tan adentro, que sin ti la vida duele / aquí adentro, tan adentro, que mi amor de amor se muere y me muero yo con él, porque no te tengo” (Tan adentro). “Tal vez con los años olvides mi nombre / tal vez con el tiempo yo te olvidaré / tal vez nunca más nos volvamos a ver (…)” (Las normas de la soledad). Dicen algunas de las letras de este segundo trabajo.

Si bien es cierto el amor y el desamor no han sido los únicos temas de interés de la banda, su obra ha girado en torno a ellos, como materia prima.

 


Corazón de sal

A casi una década de su segundo álbum promocionan el tema Corazón de sal (extraído del Ep Víctimas de la agonía) y anuncian la pronta publicación de su tercer trabajo, el que contará con colaboradores de lujo: Fabio Lione (Angra / Rhapsody), Tete Novoa (Saratoga), Xava Drago (Coda), Oscar Sancho (Lujuria), Christian Bertoncelli (Renacer) y Juan Marín (Cura / ex-Akash).

 

 

“Corazón de sal”, una oda al recuerdo y el tormento más radical; un lamento a las pesadillas que todo amante guarda para sí: la sombra del ausente aferrado al doliente. “Dudo que alguien la sal de tus besos me pueda quitar” afirma, y con ello se acentúa el trabajo de Crossfire en la construcción de la balada heavy.

 


 
 

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