viernes, 15 de agosto de 2025

About Rock and Roll: el espíritu del Heavy Metal de gira en Ecuador



 Por Cristian López Talavera

Hyena, la banda revelación del Heavy Metal latinoamericano, llega por segunda vez a Ecuador, esta vez realizando una gira por varias ciudades para presentar su disco 'About rock and roll', una apuesta que recorre los sonidos poderosos del metal de los años 80.

Hyena es una banda peruana, que se forma a finales del año 2018 en la ciudad serrana de Cajamarca, y que de apoco ha ido convirtiéndose en un referente del sonido crudo para la nueva generación de metaleros, manteniendo un legado de la vieja escuela musical de Judas Priest, Iron Maiden, Saxon, Diamond Head, entre otros; siendo un fiel representante latinoamericano de la NWOBHM, movimiento que nos recuerda esos finales de los años 70 y 80 en Gran Bretaña, donde se incorporaron sonidos crudos del punk con una estilística unido a los acordes del power metal, solos de guitarra rápidos y voces melódicas y distorsionadas, creando un estilo rápido y potente.

Hyena viene haciendo una gira maratónica por Europa y Perú, siendo la más representativa su presentación en el mítico festival 'Keep It True', tocando al medio día y llenando el local. Ahora, se viene una gira en Ecuador, ciudades como Cuenca, Guayaquil y Quito serán los escenarios que encabezarán sendos conciertos, dando a conocer su primer álbum titulado ‘About rock and roll’.

 

Hyena está conformada por:

Alfonso en la guitarra

Diego “El sucio” en la voz

Alexander Rojas en la guitarra

Jorge Reinoso en el bajo

Diego Guzmán en la batería 



Hyena viene del nombre mítico de un mamífero agresivo, fuerte e independiente, fiel a sus ideales musicales. Un sonido único del buen Heavy Metal, con rolas que se harán clásicos como The Eternal Zero, Night Riders, Metal Machine, canciones que explotan como pólvora, dejando en claro que Hyena viene para quedarse para largo en las cabezas heavy metaleras de Ecuador.

 

Datos de la gira ecuatoriana:

Cuenca: 22 de agosto, lugar: Casa patrimonial municipal del Artista.

Guayaquil: 23 de agosto, lugar: Red Black bar.

Quito: 24 de agosto, lugar: Guitarrería Cavero.


jueves, 31 de julio de 2025

Stryper: un exilio al pasado en el Teatro Astor Plaza



Por Cristian López Talavera

(Reporte especial desde Colombia)

 

Llegamos al Teatro Astor Plaza, alrededor de las 17 horas, en una fría ciudad de Bogotá. El viernes 18 de julio de 2025 sería diferente, Stryper, aquella banda de metal cristiano que nos hacía vibrar de jóvenes en los años 80-90 harían una presentación inolvidable: su poderoso heavy metal clásico junto a letras esperanzadoras y un público que con sus outfits amarrillo y negro, hacían presagiar un concierto con un ambiente ochentero.

A las afueras del teatro el público hacía fila, unas 200 personas conversaban, tomaban cerveza, pero lo que llamaba la atención era la poética de los 80. Cabellos despeinados, chaquetas amarillas y negras con el logo de Stryper algunas con flecos, pantalones jeans ajustados, nos hacían presagiar de lo que sería el concierto: una sensibilidad espiritual y roquera a la misma vez. Un exilio al pasado, así se podría resumir la primera parte del concierto.

El concierto celebraba 40 años de trayectoria de la banda californiana, comandada por Michael Sweet, quienes rompiendo estereotipos daban una gira larga por varios puntos en América Latina. En Bogotá era su segunda vez que daban un concierto.

El escenario: elegante y organizado. Las puertas se abrieron a las 18:30, la gente ingresó rápidamente, en pocos minutos la etapa I se llenó. Siendo las 19:30, una voz anunciaba que el evento iba a comenzar. La primera banda que dio inició al evento fue Hijos del Viento, una banda joven, con letras políticas y rebeldes que encendieron el escenario al decir “esto es un concierto de rock”, el público se enchufó con esta banda colombiana. El rock alternativo y speed de Hijos de viento dejó abierto para que siguiera la segunda banda anunciada: Aura Ignis, banda bogotana, con amplia trayectoria, que, de paso, anunciaba su disco “Marcando tu destino”. Aura Ignis, comandada por Milton Salinas se presentó con un gran escenario, los riffs de un buen heavy metal hacían corear a las personas que para eso ya habían llenado en un 80% el teatro Astor Plaza. En la voz estaba Mayra Gomez, con un gran performance hizo que la presentación de Aura Ignis sea digno de destacar, a tal punto que el público los despidió con un sonoro aplauso. 


Foto de Cristian López Talavera.

Las luces se prendieron, pudimos observar una batería, que le es propia a Stryper, vistosa con los colores clásicos de la agrupación. El público se acercó al escenario, esperando la salida de la banda.

Las cortinas se cerraron, se escuchaban sonidos detrás de ellas hasta que el intro con la batería iniciaba, cerca de las 21:30, las cortinas de a poco se abrían y se pudo ver a los hermanos Michael y Robert Sweet, en un inicio, con el primer verso “It's been said money talks” para pasar el micrófono al público que comenzó a vibrar con “In God We Trust”, la elegancia de Stryper era impecable. La voz de M. Sweet se hacía portentosa, que generó una admiración de quienes estábamos en el show. Las letras de Stryper siempre han sido caracterizadas por la claridad y sencillez en sus mensajes, y así fue el inicio, la gente coreaba “In God we trust/ In Him we must believe/He is the only way” acompañando a los coros a Howie Simon (quien llegó en remplazo de Oz Fox) y de Perry Richardson.

El concierto continuó con “Revelation” y “Calling on You”, que fue el himno que la gente coreó a viva voz. La conexión fue directa entre Stryper y el público, se veían rostros contentos, alegres, M. Sweet en medio de las primeras canciones lanzaba biblias a los asistentes que se peleaban por tener una de esas reliquias. No había alabanzas a Dios, sino roqueros que disfrutaban de una banda glamera de los años 80.

A cada obra de arte de Stryper, el público respondía muy bien. No importaba si eran clásicos inmortales o canciones de la nueva era como “Yahweh”, los coros eran iguales, la emoción la misma. Stryper no pierde su magia ni su fuerza. Uno de los puntos catárticos fue en “Always There for You”, el público, en su mayoría, prendió su lámpara del teléfono con luz amarilla, esto previamente la organización nos indicó que en esta canción debíamos prender, y así fue, el Teatro Astor Plaza se transformó en negro y amarillo, algo que sorprendió a Parry Richardson, quien hizo gestos emotivos por ese detalle del público bogotano. 

 Foto compartida por el grupo Aura Ignis.

Según lo que conversábamos con amigos de Colombia, en el 2022 no tocaron temas que en esta gira si la incluyeron como “When We Were Kings” y “All For One”. La gente estaba entrando en un déjá vu, la era ochentera se apoderaba de Bogotá.

Algo que destacar es que, en medio del concierto, un roquero venezolano le pidió matrimonio a su novia, ella aceptó, esto en medio de la euforia del público y que la banda seguía tocando los himnos de siempre. Esto constata que el público de Bogotá siempre ha sido receptivo con las bandas y con los visitantes, que siempre recurrimos a ese país para ver bandas que en nuestros países no llegan, como es el caso de Ecuador.

El concierto no tuvo una grandiosa escenografía, ni tampoco extravagancias, más bien fue simple, pero con un sonido que vale destacar, esto unido a la entrega de Stryper, hizo que este concierto sea inolvidable.

El grupo anunció nuevo material, además que conversó con la gente sobre las chaquetas que se hacían presente en el show, además que bromeó la estética que M. Sweet tenía en su juventud, cuando alguien del público le indicó una caja de un LP clásico. Eso demostró la fidelidad del público que pagó su entrada.

A esta altura no pudieron faltar las piezas inmortales de Stryper: “No More Hell to Pay”, “More Than a Man”, o “Soldiers Under Command”, rolas que arrollaron al público que ya estaba entregado a la energía de la banda californiana.

Para concluir su show, que duró una hora y media, el clásico “To Hell With the Devil” fue coreado a todo pulmón. El concierto de Stryper llegaba a su fin.

Salimos del Teatro Astor Plaza con la emoción a flor de piel, pero también con la envidia que en Ecuador no podamos tener conciertos de esta magnitud. Gracias Bogotá por tanto metal, y gracias por su gente por darnos la oportunidad de reencontrarnos con esas bandas que fueron parte de nuestra historia vívida.  

jueves, 17 de julio de 2025

Aura Ignis presenta su nuevo Lp

Foto tomada de la revista Subterránica


Stryper, la banda norteamericana de hard rock cristiano, se presenta el viernes 18 de julio en Bogotá, Ego Abominable estará presente en este show que promete una gran dosis de rock duro y celestial, todo es parte de su gira latinoamericana que celebra sus 40 años de ser un ícono en el metal cristiano.

Para el concierto que se realizará en el Teatro Astor Plaza, Stryper contará en escena con dos bandas colombianas: Hijos del Viento y Aura Ignis.

Aura Ignis estará presentando su nuevo trabajo discográfico titulado "Marcando tu destino", banda bogotana que tuvo sus orígenes en la ciudad de Tunja, formada en los años noventa, mezcla melodías enérgicas con líricas que reflexionan la libertad y la lucha constante que tiene el ser humano en un mundo capitalizado por la soledad.

Para este álbum, Aura Ignis construye himnos power metal con sólidos riffs, esto unido a la fuerza en la vocalización de Mayra Alejandra Gómez, quien desata un buen power metal melódico colombiano.

Nuestro corresponsal, Cristian López Talavera estará en este gran show.

Datos del concierto



 

jueves, 27 de marzo de 2025

Hijos bastardos de la modernidad


 

“Hijos bastardos de la modernidad. Metal extremo nórdico y latinoamericano” de Freddy Ayala Plazarte. 500 páginas de un amplio recorrido para estudiar las conexiones entre el metal nórdico, latinoamericano y ecuatoriano, centrándose en un análisis de la geocorporalidad (geografía y cuerpo). El texto de contraportada afirma que:

Esta investigación realiza un amplio recorrido para estudiar las conexiones entre el metal nórdico, latinoamericano y ecuatoriano, centrándose en un análisis de la geocorporalidad (geografía y cuerpo), afín de identificar modelos corporales que exponen símbolos y relatos populares como el satanismo, el paganismo o el indigenismo. Fijándose en sistemas culturales y religiosos de cada región, propone un análisis sobre el cosmopolitismo ancestral y romántico, donde las identidades locales entran en una circulación global.
Partiendo de casos de estudio de bandas de la región noruega, latinoamericana y ecuatoriana, como Bathory (Suecia), Gorgoroth, Immortal (Noruega), Inquisition (Colombia), Sepultura (Brasil), Yana Raymi (Perú), Grimorium Verum, Vomitorium y Curare (Ecuador), el estudio de la geocorporalidad se adentra en un análisis socio-cultural y musical, en perspectiva de ofrecer aportes conceptuales y etnográficos al campo de los estudios del metal extremo. La investigación valora los comportamientos corporales frente al paisaje, los diálogos históricos, los contextos políticos y sociales, lo femenino, las hibridaciones con ritmos tradicionales, la utilización de leyendas o personajes de la fiesta popular, y la transformación de identidades corporales, a nombre de una contracultura que cuestiona proyectos civilizatorios del orden y el disciplinamiento apoyándose en la resistencia y el extremismo musical. 

martes, 25 de marzo de 2025

Machala Rocker #112


 

Machala Rocker ha llegado a su número 112, y no debería pasar desapercibido tal suceso, sobre todo cuando el fanzine continúa moviéndose en soporte físico en un momento donde el consumo digital y “gratuito” parecería ser lo único a lo que se está acostumbrado, pero no, más allá de las pantallas hay quienes como Cristhian Márquez (editor responsable de este medio) se han propuesto en seguir a la contra.

Doce páginas de metal extremo con información que va desde biografías a jóvenes bandas, un top de los 5 mejores álbumes del 2024 (desde un análisis particular) y 4 entrevistas a bandas donde destacan la realizada a Cartílago, principal de la banda boliviana Mortofobia (un diálogo revelador para acentuar la violencia física que se comparte con los países de la región; y, sobre todo, un ejemplo de persistencia ante una banda y su propuesta).

La segunda entrevista recomendada es la realizada a Warhead, principal de Death’s Cold Wind, todo un emblema de la esencia subterránea en un panorama saturado de redes sociales donde predomina el metal y “metaleros”. En este diálogo, al igual que con Cartílago, se resalta el metal no como un pasatiempo sino como ese algo de pertenencia.

Machala Rocker, aunque solo se encuentre una persona al frente de su continuidad, se debe a sus colaboradores: metaleros que aportan para mantener en marcha este medio que llega a muchos de forma gratuita. Y no, no se necesita un like para acceder a su contenido. Si lo ven a este medio denle una hojeada, hay material que a todo metalero convencido atrapará.

viernes, 12 de abril de 2024

Rosa Negra una actitud vergonzante

Cristian López T. junto a la banda Reencarnación.


Por: Cristian López Talavera

 

Cuando tenía 14 años tuve una actitud vergonzante, la cual marcó mi vida de adolescencia. Cursaba el tercer curso de Bachillerato, de mi mochila extraje un walkman y un casete de la banda española Leño, una voz al frente mío “has escuchado Rosa Negra”, regresé a ver y era un compañero de curso, Andrés Guerra, años después se suicidó, a lo que respondí que no, me miró y me dijo “no has escuchado nada”. En ese momento no supe qué responder. Leño era una banda que encontré stalkeando entre diversas bandas de metal, alguien me había contado de ese buen heavy metal. Andrés sacó de su bolsillo y me dijo cambiemos, me dio un casete de Rosa Negra.

En la tarde llegué a la casa, saludé a mi madre, no almorcé, sino que fui directo al equipo de sonido y puse el casete que no había escuchado en el colegio. “Con su veneno te pueden enganchar/ consumen tus huesos/ los tenemos que exterminar”, la primera rola Parásitos tenía todo lo que requería el rock and roll de la época: rebeldía y libertad como ese camino a accionar colectivamente una poesía vivencial, y esto determinaba cuando escuché Condenado a vivir. En Ecuador, la convulsión política desbordaba la ira de los jóvenes, que en medio de su irreverencia accedíamos al rock como una forma de enfrentar a la realidad, y el disco de Rosa Negra era esa furia en estado salvaje expresada en una violencia simbólica que representaba a una generación inconforme. Fuimos esa generación vergonzante que expresamos la protesta no por las armas, sino por el arte, no por la destrucción ciega y sistemática, sino por la creación lúcida, la música. En el Beso de Judas expresa “mi mano está aquí/ falta tu voluntad”.

Rosa Negra confirmaba lo que siempre he creído que el rock es una casa en donde se refugia lo arbitrario, lo irracional, los rebeldes sin causa, más allá de ese entretenimiento hay una estética de rebeldía, esas experiencias subjetivas sutiles, pero que enfrentan a un sistema que intenta normalizar al sujeto. 


Público quiteño asistentes en el concierto.

 

Después de ese Rosa Negra apareció el Beso de Judas, el gran Napo (personaje histórico en el rock de la capital) fue quien comenzó a desempolvar ese gran metal español de los 70-80. Don Napo tenía una pequeña tienda de casetes y acetatos en el centro de la ciudad, lugar donde los roqueros capitalinos y de otras regiones del país se dirigían a adquirir material rocanrolero, fue ahí donde pude obtener discos de Santa, Obus, Marea, Barón Rojo, y los grandes Rosa Negra.


La llegada de Tony a Ecuador

En el mes de enero se anunció, por medio de redes sociales, una gira de la banda argentina RetroSatan, era la felicidad, días después se anunciaba la llegada a Guayaquil de la banda española Rosa Negra. La noticia alegró a muchos roqueros quiteños, algunos llevaban 40 años esperando ver a esta banda su música en directo, otros los de mi leva, unos 25.  Tener de cerca a Tony León se convertía en el sueño hecho realidad. Muchos dudábamos de la llegada, por lo que no nos apresuramos a comprar la entrada (pre-venta), debido al toque de queda impuesto por el gobierno ecuatoriano, y también porque no se anunciaba el concierto de RetroSatan, surgieron las dudas hasta la llegada del gran Tony al aeropuerto de Guayaquil. El sueño se estaba haciendo realidad. 


Orion.

El día del concierto

El lugar del concierto era el Bar Restaurante Nicotina, en un lugar turístico de la ciudad, el barrio Las Peñas. El concierto estaba anunciado a las 19:30, debido al toque de queda por lo que el concierto debía empezar puntual. La banda Orion dio inició al show, con una potente descarga de heavy metal, dando aviso a una tremenda fiesta metalera que se avecinaba. La segunda banda en subir al escenario fue Carbino, temas como Abismo o Transición demostraron que en Ecuador se están gestando bandas con gran nivel técnico. Unas 300 personas ya estaban en el local.

Parafraseando a Henry Miller diría La esperanza que todos tenemos (de asistir a un concierto) es encontrar un hombre que coincide con nuestro modo de ser, así que pude saludar con varios amigos. Antes de ingresar al concierto, conversamos de mucho Heavy Metal, de los conciertos idos y recordados, había mucha emoción en los asistentes de poder ver a Rosa Negra.


Carbino.


Con toda esa catarsis, cerca de las 8:30, Tony León subía al escenario. No había llegado la banda completa, pero eso no importó a los asistentes, sabíamos que estábamos frente a una leyenda del buen Heavy Metal español. Junto a Tony, los músicos que le acompañaron en esta noche fueron Daniel Rodríguez, en la guitarra; Henry del Valle, en la batería; Andrea Octavia, en los coros; Steven Moran, en los teclados; y, Carlos Chávez, en el bajo. Gran alineación, que hicieron al público disfrutar de uno de los shows que quedará en la memoria en la historia del rock ecuatoriano.

El show se dividió en dos partes. Los inolvidables 1984, en que salía a la luz Noche de Esclavos, bajo las luces, la guitarra de Daniel Rodríguez se compactaba con la magnífica voz de Tony, y comenzamos a corear “Atención, es de noche en la ciudad/ hay miradas de intención/ una emoción/ se abren las puertas que ya empezó…”, todo era un juego, los asistentes comenzaron a saltar. Todo ese juego (la metáfora del sonido del Heavy Metal) se estaba escribiendo en la historia del rock en el Ecuador. Un poco de coordinación entre los músicos hasta que Tony dio el visto bueno y la batería de Henry del valle anunciaba la rolota Volcán, la gente se agolpaba al escenario con los puños en alto coreando “no tengo miedo a nada/ lucharé”, como diría Rosa Negra, Ecuador estaba pisando fuego/estábamos pisando el infierno, Ecuador estaba quemándose en el infierno del rocanrol. Tony tomaba el micrófono para decir que le gustaba la ciudad de Guayaquil y se lamentaba que tuvieran que pasar 40 años para poder compartir un concierto así. “Gracias a ustedes por ser roqueros, y porque esta noche sois Rosa Negra”, y daba inicio a No me llames señor, la noche entraba en un cúmulo de emociones porque sonaba una de las rolas insignes de la banda Paranoicos “quién nos mira/ paranoicos no hay salida/ asustados/ paranoicos señalados…perturbados/ paranoicos olvidados”. Para este momento el bajo de Carlos Chávez estaba confundido con la gente, mientras la voz de Tony compartía con los asistentes en los coros. Así, la noche contagiaba de alegría al bar Nicotina con grandes rolas como El hombre bala, Es falso, aquí no podría faltar el “ole ole ole Rosa Negra” entre aplausos y cerveza. La primera parte terminó con la rolota Traficantes de rock que es una tremenda crítica a quienes comercian con la música rock, a ese imperio de la música.


Tony, vocalista y líder de Rosa Negra.

Recién habían pasado unos 40 minutos, la energía empezaba, todos eran unos adolescentes, recordábamos la época del colegio, de los tapes y acetatos, de los casetes de Betamax o del VHS, que eran parte de nuestra colección.

La segunda parte empezó con La Rosa, A la caza del Zorro. La adrenalina retornó cuando sonó Vuelo sin motor, esa rolísima de 1985. “Levanta el polvo de las nubes con sus manos/ solo el silencio se convierte en un abrazo…/ Vuela en caída en libre…/ no hay espacio límite”, los coros y la dulce voz de Andrea Octavia daban color al concierto. El ojo del huracán era Guayaquil. No podían faltar las baladas, algo que representó en demasía a las bandas de los años 70-80 en España, de las más importantes Rojo Cielo Atardecer, Tony dedicó a las mujeres roqueras guayaquileñas “Rojo cielo de atardecer/ un grito al aire/ no puedo respirar…/ hay fuego en mi garganta/ he tocado fondo esta vez/ no consigo olvidarla…”. La noche en Guayaquil estaba en el infierno Rosa Negra. “Rojo cielo es un infierno de mujer”.

El pedazo de joya que es Espejo del agujero “Madre…/ hoy me rechazas por ser lo que soy/… no viviré/ siento miedo, Madre/…sólo camino a seguir/ sólo pisando basura/ sólo negro porvenir/ sólo burlando a la muerte…”. A este tema siguieron Kamikazes, y el símbolo de Rosa Negra El beso de Judas, nombre que lleva uno de los grandes discos del rock español. “Como he de prevenir/ lo que no puedo evitar/ cuántos inocentes van/ si no sabes salir/ y hay oportunidad/ mi mano está aquí, falta tu voluntad”. La noche estaba siendo la perfecta en nuestras vidas. La memoria y el rock unidos en un sonido, en un concierto.


Tony.

La noche de Rosa Negra llegaba a su fin con A bordo de la ruina, y sí:

“Heavy o rock and roll

Sonido atronador, es total
Luces de neón, pierdo el corazón

Sudando, descargando…

Voy a volar, es mi noche azul
Voy a gritar donde haya luz”

 

Memoria y puñal desgarrada en el pasado rojo atardecer

El domingo. El retorno hacia la realidad. En el viaje a Quito recordaba una frase de Emily Dickinson, en donde las dichas y las tristezas forman una arquitectura en nuestras vidas. El eterno retorno siempre desentraña fragmentos de nuestras vidas “Cada instante de dicha/ se paga con dolor/ en proporción intensa y temblorosa/ con la felicidad”. Aquel 09 de marzo de 2024 fui feliz. Ya lo otro que quede en el poema del diablo. Hasta otro próximo concierto.

 

DATOS DEL CONCIERTO:

Organizador: ROCKQUIL

Tony León (Vocalista, Rosa Negra)

Daniel Rodríguez (Guitarra)

Henry del Valle (Baterista)

Andrea Octavia (Coros)

Steven Moran (Teclado)

Carlos Chávez (Bajo)

 

Lugar: Bar Restaurante Nicotine.

Fecha: 09 de marzo de 2024.


viernes, 16 de febrero de 2024

Machala Rocker: informar y resistir


Descabellado, esa sería la descripción corta de la labor de continuar en la actualidad tras la edición y publicación de un fanzine metalero. Una labor descabellada y que para algunos podría no tener ningún sentido en una época donde lo virtual predomina, sin embargo, no es así, porque hay (en la continuidad de un medio), un sentido contradictorio a la instantaneidad preponderante de productos virtuales.

Así, MachalaRocker, medio procedente de la ciudad de Machala, y que en sus inicios fue un informativo y luego se convertiría en un fanzine, continúa en sus actividades. Una tarea que denota un compromiso de su editor, por mantener el sentido underground, esa esencia de lo subterráneo, de todo aquello que vive y late desde las sombras, en un estado físico, en esa rareza a la que aún muchos privilegian.

El número 111 es una pequeña joya informativa necesaria de conocer. Tres entrevistas (destacando el diálogo con Masacre, a propósito de su reciente visita en nuestro país) y una reseña conforman esta edición que se distribuye de forma gratuita (porque hay un propósito de difusión).

Los fanzines metaleros nunca fueron realizados con un propósito comercial, y Machala Rocker, es el mejor ejemplo de que se puede continuar informando y mantener la esencia subterránea. Hay vida metalera más allá de las redes sociales, y este informativo es un ejemplo destacable.