miércoles, 24 de agosto de 2011

El amor desde el rock, parte II



Él era mi norte y mi sur, mi este y mi oeste,
mi semana de trabajo y mi descanso dominical,
mi día y mi noche, mi charla y mi música.
Pensé que el amor era eterno: estaba equivocado.
Parad los relojes, W. H. Auden


Primero buscó refugio en los versos de Auden, pero no funcionó. Después de llamar y reunirse con Joselo y Héctor, ha pasado por mí. Es viernes, pero puede ser el fin del mundo, nada importa para él, y supongo que para ninguno de nosotros. La ciudad va quedando como fotografía borrosa, y no nos interesa. Él está jodido, desde adentro, una parte se le ha averiado y ese es el motivo de reunión.

Un nombre rebota en las paredes del cuarto, quizás Vanessa, Valeria o Victoria, ese alguien con quien ha terminado, a quien ha dedicado algunos versos que no han tenido funcionalidad. Por eso pide a Joselo poner el material de ocasión, aquellas canciones funestas y sin salida que no solucionará nada (tal vez compliquen la pérdida) pero que serán el pretexto adecuado para continuar bajando el vodka. Otoño (Estoy vivo, 2000) de Bajo Sueños es lo primero que suena:

Creo que he perdido la razón
Ya es otro tema sin tu amor
No sé que hacer para salir de este camino
Blancas colinas, rosas rojas y una espina

Luna, deja de saludar
Deja decirte
Solo
Solo
Solo pasión

Creo que estoy aferrado a ti
Ya no hay manera de salir
No sé para donde mirar

Luna, deja de saludar
Deja decirte
Solo
Solo
Solo pasión

Él (quien me ha pedido nombrarlo desde el pronombre) corea, y luego bebe y fuma. Pero desea más pérdida, envolverse en la desilusión total. Joselo complace. Ángel (Estoy vivo, 2000) está desde los parlantes:

Si, sé que tú eres mi sol
podrías tú dejar atrás
y alumbrar mi oscuridad.

Ven mi amor te necesito aquí
Si sabes tú mi bien que solo vivo para amarte
Hasta mi vida pierde su razón de ser
No dejes pasar el tiempo amor
Porque nadie te amará como yo

Sin ti nada puede ser igual
sin ti todo se nubla en mi interior
sin ti nada puede ser igual
ya mi luz no brillará

Ha sido suficiente de Bajo Sueños, por eso el anfitrión busca a Crossfire, Tan adentro (Tierra, 2010) puede arrancar toda esperanza para los desahuciados de amor. Su letra lo dice:

Aquella luz tan pálida
Nos observó temblar de miedo
La noche fue fantástica
Y descubrió a nuestros cuerpos
Los inspiró tanto el amor
Y nos tentó la seducción
Que el pudor murió en silencio
La vida fue avara y cruel
Fugaz fue el paso de tu cuerpo
Pero el amor que nunca ve
Se le acortó el largo tiempo
Se me impregnó, nunca se fue
Y se incendió tan fuerte que hoy
Me calcina el sentimiento…

Te has quedado a dentro, tan adentro
Que sin ti la música duele
Aquí adentro, tan adentro
Que mi amor de amor se muere
Y me muero yo con él
Porque no te tengo…

Él ya no es nadie, es una lágrima acompañando a la banda. El resto observamos, bebemos y fumamos. Me pide un consejo, pero no atino a decirle nada, solo a ubicar Normal (El retorno del dragón, 2005) de Skalibur, y con ello un final sin salida:

Y ahora que sin ti
Y ahora que de mí
Si contigo yo era más

Y ahora el aire está de más
Y ahora pensarte es fatal
Y que me digan que no estás

Sino solo un recuerdo nada real
Si no solo un perfume especial
Nada que ver con mi ex realidad
Nada que ver con esta mi vida virtual

La gente pasa a mí alrededor
No hay más vida
Solo está el desamor

Después de ti la realidad
Después de ti solo lamentar
Si tú eras la totalidad

Y resulta que todo lo aposté
y ahora en nada me quedé
que algo me haga entrar en razón

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