Solo el profesionalismo y compromiso de una banda puede
hablar por ellos, Blasfemia
(Guayaquil) con su álbum debut Esparciendo muerte (Brutalidad total, 2010)
confirma esta sentencia. Metal que despunta desde dos francos: la armonía y
fuerza del thrash, y el desenfreno y brutalidad del death. Ningún tema, de los
seis que contiene esta obra, se desperdicia.
Sigo aquí, Waiting the end (un intenso y arremetedor himno de guerra del metal), Beginning terror king come (acelerada, melodiosa; thrash de factoría excelente), Guerra eterna (imparable invitación al mosh), Guerreros de las oscuras hordas del sur (épico canto para cabecearlo de principio a fin) y Beginning terror king come (una versión demo y más densa).
El punto débil de esta joya metalera recae en la portada, un arte que nos habla de un guerrero esparciendo muerte a diestra y siniestra (¿con qué propósito?) entre humanos y una especie de humanoides cibernéticos. Desde una lectura personal se pudo lograr un mejor trabajo que denotara la fuerza de esta prometedora banda que desde ya es un referente del metal ecuatoriano.
Sigo aquí, Waiting the end (un intenso y arremetedor himno de guerra del metal), Beginning terror king come (acelerada, melodiosa; thrash de factoría excelente), Guerra eterna (imparable invitación al mosh), Guerreros de las oscuras hordas del sur (épico canto para cabecearlo de principio a fin) y Beginning terror king come (una versión demo y más densa).
El punto débil de esta joya metalera recae en la portada, un arte que nos habla de un guerrero esparciendo muerte a diestra y siniestra (¿con qué propósito?) entre humanos y una especie de humanoides cibernéticos. Desde una lectura personal se pudo lograr un mejor trabajo que denotara la fuerza de esta prometedora banda que desde ya es un referente del metal ecuatoriano.
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