Hoy, casi al cierre de un año intenso en actividades, se puede asegurar que Manta avanza en su visibilización metalera, el mejor testimonio se dio el pasado viernes 28 con el esperado regreso de los mexicanos Mourtoria, en su segunda gira suramericana, y el de los ecuatorianos Aneurisma, luego de haber parado sus actividades algunos meses.
Pasadas las nueve de la noche se anunció a Nómadas, la banda local de heavy metal que entendió la necesidad de componer sus propios temas e ir dejando los covers. Canciones intensas, desenfrenadas y sobre todo adictivas para un público ansioso de heavy. Quizás no dejar evidenciar las influencias podría darle mejores puntos en su desarrollo.
La bicicleta del diablo, de Guayaquil, en su segunda visita a la ciudad, reafirmaba su propuesta explosiva y sobre todo agresiva en escenario. Metal sin etiquetas (aunque lo más cercano a una clasificación de su música sería el metal core) que desde el primero al último tema atraparon al público, tanto así como la interacción del vocalista al sumarse al mosh.
Aneurisma regresaba a los escenarios para demostrar a los presentes que su madurez continúa, que sus temas no han perdido la solidez del inicio y que contrariamente van denotando un punto más alto en su ejecución. Thrash metal que ha demostrado, particularmente en este concierto, que sus costuras van quedando invisibles ante lo compacto de sus composiciones. Previo cierre de su participación anunciaron la salida de uno de los miembros fundamentales en el posicionamiento de la banda: su baterista Jorge García (quien se aleja por compromisos laborales y profesionales).
Mourtoria desenfrenando al público manabita
El motivo por el que muchos metaleros se habían dado cita hasta el centro de la ciudad daba inicio: Mourtoria de México. Quienes empezaban su gira “New Wordl” desde la urbe porteña para luego pasar por otras ciudades del país. Death metal que no dio respiro a los presentes que no pararon de involucrarse activamente en el mosh. Temas extraídos de su reciente trabajo New Wordl, así como de sus anteriores obras, formaron parte de su repertorio, incluyendo el cover A cara o cruz de los legendarios Ángeles del infierno. Una banda compacta en su ejecución.
Al final parte del público socializó con la banda adquiriendo su material como perdurándose junto a ellos mediante fotografías. Los diálogos posteriores con cada uno de los integrantes también fueron parte del cierre de la madrugada, y con esto el hasta luego de Mourtoria, porque esperan volver a subirse a un escenario ecuatoriano y entregarse mediante su metal, que es como decir legar su esencia vital.
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