viernes, 14 de octubre de 2011

El legado






Sucede que las bandas, sea del género que sean, no siempre arriesgan por su arte, sí ARTE (quien aún considere que el hacer metal no lo sea no debería continuar) legado a las generaciones contemporáneas y las venideras. Música necesaria desde su perspectiva, pero también música esencial, porque en la esencia, en la influencia, en el vivir, está la conexión justificada para continuar y legar algo propio.


He sido testigo del surgimiento y también de la caída de muchas bandas que se traicionaron a sí misma, que se volvieron un proyecto insulso, un mero pasatiempo sin trascendencia. A todos ellos mi más sentido odio por negarse como artistas, por desconocerse dentro de un contexto tan necesario de bandas representativas dentro de una "escena" y múltiples movimientos urgentes de nombre y música como estandarte.


Entonces ¿cuál es el legado que persiste? ¿cuál es el ejemplo imitativo de nuevos "proyectos" doblemente innecesarios de existir? la nada, ese vacío asqueroso que nadie merece, menos aquellos que logran una cierta esperanza en cada nuevo nombre, en cada nuevo tema, en cada nuevo trabajo que por más casero que pudiera ser, lamentablemente cae en el vacío del ayer.


¿En dónde poner nuestra esperanza? ¿en dónde aferrarnos? si continuamos así: con proyectos, tras proyectos, fomentando a bandas insignificantes, con proyectos que no llegan a ningún lado, estaremos atrapados en un círculo tedioso que nos ahondará en la decepción. Esa es la realidad, ese es el presente oscuro y el futuro incierto.

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