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Striatus. |
Para que un
concierto pase del éxito a la leyenda, debe sobrevivir en el imaginario del
público. Orgasmatron rock, el reciente concierto realizado el sábado 20 de
abril en Manta, lo ha logrado. El regreso de dos bandas locales insignes, fue
el pretexto para reunir un conjunto de agrupaciones que representan parte del
movimiento de metal extremo en Manabí. Y aunque el cierre haya sido abrupto y
con pérdidas para sus organizadores, ha quedado el registro de un evento
inolvidable.
El
metal, esa fuerza contagiosa
Striatus fue la
banda encargada de abrir el concierto. Su repertorio estuvo compuesto por sus
temas inéditos y un cóver. La banda demostró tener a un público fiel coreando
sus canciones, sin embargo el sonido no ayudó a que aquellos temas (parte de su
promo 2011) lograran una mejor apreciación. Y sí, hay talento, hay energía
bullendo en cada tema, pero aún no han consolidado un desenvolvimiento escénico
que los posicione.
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Barbarie. |
Después de
varios años regresaba Barbarie desde Portoviejo, incompasibles desde su primer
tema, sin darle respiro al público, llevándolos a un mosh cada vez en
crecimiento. Una banda que demostró que el tiempo, trabajo y silencio logran
madurar una obra, en este caso un Thrash metal potente y capaz de engancharse
al público.
El tercer turno
le llegaría a Munición una banda cuya madurez ha sido acelerada. Han logrado
hacerse de un público entusiasta, que los apoya, que moshea sus canciones, y
eso para una banda que empieza dice mucho de sus logros iniciales.
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Munición. |
El
regreso de los iconos locales
Una de las
razones por las que la mayoría del público había ido al concierto se
anunciaban: Misery. Para quienes por primera vez lograban escucharlos resultó
todo un descubrimiento, para quienes ya estaban cuando aparecieron fue la
reafirmación de que en Manta el metal extremo empieza a resurgir de la mano de
antiguas bandas. Death metal directo y sin contemplación. Lograron un breve,
pero contundente, recorrido por su discografía.
Un concierto
siempre será un espectáculo, un entretenimiento que busque salirse de lo
tradicional, que ansíe una ruptura con los convencionalismos que toda comunidad
desarrolla con el tiempo. Por eso el que la banda Beleth, en su esperado
regreso, haya presentado una puesta en escena blasfema y anticristiana (aunque
no se aparta dentro de los parámetros black metaleros que se conoce) dio un
plus al concierto. Manta vuelve a recuperar a una de sus bandas black, la misma
que ha logrado incorporar a músicos experimentados (integrantes de Noctum y ex
integrante de Gorthaur) y sobre todo que vuelven emulando al pasado: con temas
inéditos y una energía enfermiza.
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Juan Carlos Tipán de Misery. |
De
la Unión Rockera
La Unión Rockera
no solo ha demostrado que entre sus miembros existe organización y perseverancia,
sino que el trato hacia las bandas y el público ha sido excelente. Esto dice
mucho de una organización, vislumbra un trabajo de mayor enfoque y resultados
concretos en lo posterior.
Un
final que pudo ser mejor
Lamentablemente el
concierto no terminó bien, tras media hora de haber iniciado Beleth su show,
irrumpió la comisaria de la ciudad y junto a ella más de una docena de
policías, el propósito: buscar menores de edad y el permiso correspondiente para
la realización del concierto.
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Beleth irrumpiendo entre el público. |
Así lo que pudo ser
uno de los mejores conciertos en cuanto a metal extremo (y con mucho cuidado
con esta apreciación, porque se ha valorado a los anteriores conciertos
locales) estuvo opacado por esta acción.
¿Se pudo evitar?
Sin duda, un desliz que la UR tendrá que considerar para sus próximos eventos.
¿Hubo malas intenciones con la acción represiva? Sin duda, una multa hubiera
sido lo más ideal para esta clase de situaciones y no un encarcelamiento
injusto (respecto a este tema en una próxima entrada un diálogo con el
integrante afectado de la UR), pero al parecer los metaleros continúan siendo,
en una ciudad aún retrógrada en cuanto al entendimiento del metal como arte,
esa comunidad que hay que silenciar (lo que jamás pasará).
Y así el
Orgasmatron rock concluyó pasada la media noche, con Beleth a mitad de su participación
y sin poder escuchar a los portovejenses ¿Bloody? (no se especificó).
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Beleth. |