El dicho “la unión hace la fuerza” desde la comunidad rockera es algo así como el lema para enfrentar, desarrollar y cumplir todos los objetivos propuestos. Se ha entendido que para sacar adelante los movimientos locales, provinciales o nacionales se debe trabajar colectivamente.
Las asociaciones rockeras en Ecuador han sido y continúan siendo clave al momento de promocionar a bandas desde la creación de festivales ya establecidos o desde conciertos constantes. Esto porque estos gremios no buscan (o ese es el propósito) beneficios personales, si no colectivos; creen en ellos no como individuos, si no como parte del engranaje de algo inmenso que necesita cimientos para sostenerse, y ellos se han erigido como los indicados (ante el quemeimportismo de otros).
En Manabí las asociaciones rockeras han ayudado a desarrollar su movimiento, en Manta, en los noventas, aparece Raza metal, quienes además de juntar a todas las bandas locales de aquella década, se movieron en la realización de conciertos y creación de un programa radial. En Portoviejo el Movimiento de libre expresión también ayudó a la visibilización de muchas bandas y eventos concernientes al rock y metal manabita. Nuevamente en Manta el Movimiento hardcore ayudaría a la socialización de los exponentes de este género en Manabí y la Unión rockera asimismo trabajaría para ofrecerle a los rockeros locales conciertos de calidad. Y finalmente desde El Carmen el Movimiento metalero trabaja para ofrecerle a su cantón todo el rock posible desde conciertos.
Así esta remembranza de las asociaciones rockeras en Manabí y sobre todo en Manta, surge a partir de una invitación pública desde el facebook, donde se pretende crear a una “Comunidad rockera mantense” capaz de sacar adelante a las bandas de esta ciudad, que los represente no solo a nivel local, si no también provincial y nacional. Crear medios de comunicación donde se difunda a las bandas manabitas (este objetivo me ha confirmado que Marfuz zine continúa siendo desconocida desde su propia casa).
Por lo poco que he investigado de quienes están detrás de esta iniciativa, se trata de jóvenes con buenas intenciones, abogando por el trabajo en conjunto. Ahora (me aparece el Alexis pesimista) si los rockeros ante los eventos realizados en la ciudad no cancelan su entrada, no adquieren sus medios de comunicación, no compran los trabajos discográficos de sus bandas, menos camisetas o cualquier otro artículo, ¿qué harán ante esta problemática no exclusiva en Manta si no a nivel nacional?
Si se forma esta “Comunidad rockera mantense” múltiples retos deben asumir para no terminar siendo el “Club de amigos rockeros” reunidos solo para embriagarse los fines de semana. Madurez y seriedad.
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